Cómo influye la autoestima en la recuperación de la depresión

El concepto de autoestima es muy conocido en la literatura popular. Hablamos de alta o baja autoestima y de cómo influye en la forma de comportarnos. Pero, ¿te habías planteado la influencia que tiene trabajar en tu autoestima para recuperarte de problemas de salud mental?

¿Qué es la autoestima?

Rosenberg (1965) definió la autoestima como la evaluación subjetiva que hacemos de nuestros pensamientos y sentimientos. Es decir: la evaluación que hacemos de nosotros mismos, nuestra valía y competencia, y cómo nos sentimos con esa evaluación (si es positiva o negativa). Se construye en nuestra relación con el mundo externo... Pero eso daría para otra entrada. 

Así, la autoestima funcionaría como un filtro según el cual toda la información del exterior puede afectar de forma negativa o positiva nuestro estado de ánimo. Por ejemplo: si tengo baja autoestima, puedo interpretar la mirada con el ceño fruncido de mi compañero de trabajo como una señal de que no le caigo bien. Si tengo una autoestima alta, puedo pensar que tiene un mal día.

La autoestima tiene correlación con la calidad de nuestras relaciones sociales, nuestro éxito académico y laboral, nuestras habilidades de afrontamiento ante eventos estresantes y también, por tanto, con algunos problemas de salud mental como la depresión. Tener una autoestima alta funciona como factor protector ante los síntomas depresivos.

¿Es la autoestima estable?

Los estudios longitudinales (es decir, los que estudian al mismo grupo de personas a lo largo de un periodo de tiempo determinado, normalmente años) muestran que, aunque la autoestima tiene una tendencia a ser estable, también sufre cambios a lo largo de la vida de una persona, y parece que es la interacción con el ambiente y el experimentar ciertos eventos vitales lo que hace que cambie.

También hay ciertas etapas del desarrollo en las que es más probable que se produzcan cambios en la autoestima: la infancia, la adolescencia, la juventud temprana y la adultez tardía, probablemente aquellas etapas en las que el ser humano experimenta más cambios y exigencias ambientales.

Rasgos de las personas con baja autoestima

Si miramos a las características de las personas con baja autoestima, comprobaremos cuál es su relación con la sintomatología depresiva:

  • Las personas con baja autoestima tienen dificultades al valorar sus habilidades.
  • Bajo sentido de autoeficacia.
  • Dificultades en las relaciones personales.
  • Expectativas bajas sobre sus logros.
  • Atribución del éxito a factores externos como la suerte.
  • Atribución del fracaso a factores internos como la falta de habilidades.
  • Dificultad para comunicar sus necesidades.
  • Dificultades en la toma de decisiones.

Entre los síntomas depresivos, se encuentran los siguientes según la DSM-5:

  • Sentimientos de inutilidad
  • Sentimientos de culpa
  • Desesperanza
  • Dificultad para tomar decisiones

La cuestión, quizás, es: ¿causa una baja autoestima a la larga síntomas depresivos o es la depresión la que termina por destruir nuestra autoestima? Probablemente ambas sean correctas. Además, la autoestima no sería el único factor que explicaría el estado de ánimo deprimido de una persona o, bien al contrario, su estado de salud mental. Un metaanálisis sugiere que los efectos de la autoestima en la salud mental son comparabales a los de otros efectos medidos, como la autoeficacia, el optimismo o el tipo de apego.

Lo que queda claro es, entonces, que existe una correlación (suelen aparecer a la vez) entre síntomas depresivos y rasgos de baja autoestima.

Intervención en autoestima en personas con depresión

Fortalecer la autoestima, especialmente en etapas vulnerables del desarrollo como la infancia y la adolescencia, es sin duda la mejor intervención preventiva.

Pero la intervención psicológica centrada en la autoestima también parece tener beneficios sobre los síntomas depresivos una vez que estos se dan. Por ello, en consulta, podemos trabajar en tu autoestima de forma paralela para que los síntomas depresivos remitan:

  • Trabajar la valoración positiva de sí mismo: ayudar a la persona a conocer y ser consciente de sus habilidades y cualidades permitirá desarrollar un mayor sentido de autoeficacia, que disminuirá los sentimientos de inutilidad.
  • Desafiar los pensamientos negativos sobre sí mismos exponiéndoles a situaciones donde puedan poner en práctica de forma controlada sus habilidades e ir recolectando logros disminuirá su desesperanza, al ver que es posible obtener cambios.
  • Entrenar las habilidades de comunicación mejorará la relación con los demás. Practicar la asertividad, defender sus derechos o hablar libremente de sus necesidades mejorará su sentido de identidad.
  • Fomentar la autocompasión y la autoaceptación, enseñando a la persona a ser amable consigo mismo y a aceptar sus limitaciones y errores como parte de la experiencia humana disminuirá el sentimiento de culpa.

Si estás experimentando algunos de los síntomas mencionados, puedes contar conmigo, estaré encantada de acompañarte.