Qué es la despersonalización
Es la sensación de irrealidad, de distanciarse o de ser un observador externo del propio cuerpo, de las sensaciones, de los sentimientos, de los pensamientos o de las acciones.
¿Cómo se escucha alguien que sufre despersonalización?
“Voy como un zombie”
“Me siento actuando como un robot”
“Mis pensamientos no parecen míos”
“Mi cabeza está como llena de algodón”
“No puedo sentir nada”
“No me queda nada de mí”
“Me veo hacer cosas y no me reconozco”
Esto, que nos pasa a todos en algunos momentos (como cuando estás muy cansado y actúas como un autómata), se llama despersonalización. Pero si se mantiene en el tiempo, va acompañado de ansiedad o responde a algún suceso estresante, podría indicar la presencia de un trastorno.
¿Qué es?
La despersonalización es la sensación de irrealidad, de distanciarse o de ser un observador externo del propio cuerpo, de las sensaciones, de los sentimientos, de los pensamientos o de las acciones.
La persona siente de forma extraña o distanciada aspectos de sí mismo, como si su identidad se escindiese o separase. Hay partes de sí mismo (acciones, sensaciones, etc.) que no se sienten parte de sí.
La identidad está escindida: una parte observa y la otra participa.
Además, es una de las dimensiones del burnout (el síndrome de estar quemado tras un gran estrés laboral).
¿Cómo se manifiesta?
- Percepción distorsionada del tiempo: pasa muy rápido o muy lento
- Embotamiento emocional: dificultad en sentir emociones y expresarlas
- Sentimiento de irrealidad de los pensamientos: es como observar los pensamientos desde fuera
- Dificultad de percibir las sensaciones corporales: como el hambre, el frío, la libido…
- Problemas de concentración y retención.
¿Por qué?
Tiene un posible origen en experiencias de trauma infantil, como abuso y/o negligencia emocional temprana. Cuando la mente no puede aguantar el dolor emocional, se separa del cuerpo, y en este sentido es un tipo de disociación.
Se relaciona con un apego evitativo o ambivalente: puede haber esquemas interpersonales de desconexión de los demás (experiencias de supresión e inhibición emocional, desconexión interpersonal) o esquemas interpersonales de sobreconexión (autonomía deteriorada, dependencia, vulnerabilidad).
En la edad adulta, se suele dar tras episodios de estrés grave (interpersonal, financiero, laboral).
Si últimamente sientes que no eres tú mismo, o que vas en "piloto automático", incluso a veces es como si te vieras desde fuera, ponte en contacto conmigo para que te acompañe en tu proceso de sanación.