Diferencias entre responsabilidad y culpa
¿Sabrías diferenciar entre la responsabilidad y la culpa? Podríamos decir que la responsabilidad te empodera, nos da opciones, nos da poder para enmendar nuestros errores, conocernos mejor y prevenir en el futuro. Mientras tanto, la culpabilidad nos deja indefensos, castigándonos y entrando en un bucle de malestar del que es muy difícil salir.
¿Qué diferencias hay entre sentirse responsable y sentirse culpable?
¿Qué es sentirse responsable?
La responsabilidad te da la opción de hacer algo. Si tenemos la responsabilidad de algún error que hayamos podido cometer, también tenemos la opción de enmendarlo y de cambiar cómo lo haremos en el futuro.
La responsabilidad se basa en un error objetivo. Podemos preguntarnos: ¿he cometido un error? ¿Un observador externo lo habría visto también? ¿Cuál ha sido la consecuencia? ¿Ha salido alguien dañado? ¿Era consciente cuando lo cometía?
Por tanto, la responsabilidad se refiere al hecho: somos responsables de algo, o tenemos responsabilidad por algo que ha ocurrido. La responsabilidad no nos define, es circunstancial y contextual.
¿Qué es sentirse culpable?
Por otra parte, la culpa es inherente, "somos" culpables, es algo que forma parte de nosotros y nos hace pensar que somos mala persona. Además, la culpa es inamovible: hemos hecho algo "malo" y no podemos hacer ahora nada para solucionarlo. Cuando sentimos culpa por algo que hemos hecho, o percibimos que hemos hecho mal, es como si ya no pudiéramos hacer nada, solo sentir malestar y castigarnos. La culpa es una emoción subjetiva, basada en la percepción individual de un hecho.
Pensad, por ejemplo, cuando a un preso se le ha declarado culpable: es algo que ya no se puede remediar. La culpa es una sentencia que nosotros mismos nos ponemos al creer que hemos cometido un error o hemos hecho daño a alguien y la única forma de expiar la culpa es el castigo o el perdón, dejándonos indefensos o sumisos ante otras personas, que son quienes tienen la opción de perdonarnos, sin que nosotros podamos reparar el daño.
Muchas veces, sentirnos culpables nos puede generar mucha ansiedad y ni siquiera darnos cuenta de ello.
¿Cómo cambiar de la culpa a la responsabilidad?
Superar la emoción de culpa y rebajar tu autoexigencia es posible. Para trabajar nuestra emoción de culpa e ir convirtiéndola poco a poco más bien en una toma de responsabilidades, podemos hacer varias cosas:
- Preguntarnos en primer lugar si ese error que percibimos es, en realidad, un error: debemos analizar la situación, pues muchas veces las frustraciones, el miedo a afrontar la situación o las consecuencias, nos hace sentirnos culpables. Debemos hacernos preguntas como: ¿cuáles han sido las consecuencias? ¿Ha salido alguien perjudicado? ¿Podría un observador externo identificar mi conducta como errónea (esto, claro está, está sujeto a normas sociales)?
- ¿Qué parte de nuestra actuación ha sido errónea? Tendemos a pensar que todo lo que hemos hecho está mal, que siempre hacemos las cosas mal, que nunca acertamos con nada de lo que hacemos… Todo, siempre, nunca: ya sabemos que son trucos de la mente para hacernos sentir mal, son interpretaciones sesgadas de la realidad. En lugar de eso, podemos desglosar nuestra conducta en pequeñas acciones, en secuencias, y ver cuál de todas las conductas que hemos llevado a cabo ha sido la que ha causado el error. Esto nos hace darnos cuenta de que no somos culpables, que no hay algo mal con nuestra persona, sino que pone en la conducta, en nuestro comportamiento, no es nuestra persona.
- Analizar las circunstancias que me han llevado a cometer el error. ¿Por qué he cometido el error? ¿Era consciente cuando lo hacía? ¿Ignoraba algo? ¿Ha sido un despiste? ¿Tenía otra alternativa? ¿Estaba evitando afrontar algo? ¿Estaba protegiéndome de algo?
- Aceptarnos: ser amables con nosotros mismos, “errar es de humanos”, es probable que haya sido un error sin mala intención, en el momento, lo hacíamos lo mejor que sabíamos. Debemos perdonarnos a nosotros mismos. Aceptarse uno mismo tal y como es, se puede trabajar mejorando la autoestima y seguridad en uno mismo.
- Analizar las opciones de solución y reparación que tenemos: si de verdad hemos cometido un error, ¿podemos repararlo? ¿Podemos solucionarlo de algún modo? Y con la vista puesta en el futuro: ¿qué hemos hecho que podríamos cambiar la próxima vez para no cometer ese error?
Si sufres la pesada carga de la culpa y sientes que el malestar, los pensamientos rumiantes y la emoción de angustia te persiguen, contacta conmigo, te acompañaré en el proceso de superar la emoción de culpa y rebajar tu autoexigencia.